Al final a la tercera fue la vencida. Esta vez planeamos el viaje sabiendo con poco tiempo la buena previsión del tiempo, por eso teníamos ventaja. Salimos con lluvia a las 7 de la mañana pero en ningún momento temimos por el gran día que íbamos a pasar. Para las 8.45 ya estábamos en Alto Campoo poniéndonos el material y deseando esquiar. A las 10.30 el grupo de principiantes ya estaba con su cursillo y los que que ya sabían un poquito más pudieron disfrutar de la nieve, un poco dura al principio. A eso de las dos y media comimos rápidamente y aprovechamos a esquiar otro rato hasta las 16.30. En ese momento entregamos el material nos dispusimos a volver hacia Santander cuando el autobús nos dio el susto del día, dejándonos tirados a 500 metros de la estación. Viendo que Gelo no fue capaz en esta ocasión de arreglar el bus por falta de herramienta llamamos a otros dos buses para que nos llevarán de vuelta al cole. A eso de las 19.45 terminamos la excursión esperando repetirla muchos años más.